
La seguridad energética es un tema que cada vez cobra más peso en México. En un mundo con precios del petróleo inestables, tensiones geopolíticas y una demanda energética creciente, asegurar el suministro de combustibles no solo es una prioridad económica, sino también una cuestión de soberanía nacional.
Como experto en política energética, puedo decirte con certeza que Pemex juega un papel clave en esta ecuación. Y más aún en un momento donde el país busca equilibrar el desarrollo económico con una transición hacia fuentes de energía más limpias.
En esta nota te explico cómo Pemex está reforzando la seguridad energética nacional, qué estrategias está aplicando y por qué su participación será esencial en el futuro cercano.
Para más información institucional puedes consultar seguridad energética México Pemex.
¿Qué entendemos por seguridad energética y por qué es tan importante?
La seguridad energética se refiere a la capacidad de un país para garantizar el abastecimiento estable, accesible y suficiente de energía a su población y sectores productivos. Y no solo en condiciones normales: también durante crisis, conflictos o interrupciones logísticas.
En el caso de México, esta seguridad ha estado amenazada históricamente por:
- Alta dependencia de importaciones de gasolinas y diésel.
- Infraestructura obsoleta en almacenamiento y transporte.
- Volatilidad del mercado internacional.
Pemex ha sido, por décadas, el escudo principal contra estas amenazas. A través de su capacidad de refinación, su red de ductos y su estrategia de almacenamiento, la empresa ha garantizado el abasto, incluso en momentos críticos como la pandemia o las crisis de precios internacionales.
En NoticiasPemex.com puedes encontrar varios ejemplos de cómo Pemex ha respondido ante emergencias energéticas.
Almacenamiento estratégico y reservas: la primera línea de defensa

Uno de los pilares más importantes para mantener la seguridad energética es contar con almacenamiento suficiente de combustibles. Pemex gestiona actualmente más de 77 terminales de almacenamiento y reparto (TAR) distribuidas por todo el país.
Además, el gobierno federal, en colaboración con Pemex, ha impulsado la creación de reservas estratégicas de gasolina y diésel, capaces de cubrir entre 5 y 10 días de consumo nacional en caso de emergencia.
Indicador | Dato actual (2025) |
---|---|
Terminales de almacenamiento | 77 en operación |
Capacidad total de almacenamiento | 13.5 millones de barriles |
Cobertura estratégica | 6.2 días de demanda nacional |
Crecimiento 2020–2025 | +18% en capacidad instalada |
Aunque todavía queda camino por recorrer, estos números muestran avances concretos en la preparación del país ante posibles interrupciones de suministro.
Capacidad de refinación nacional: reducir dependencia exterior
Otro factor esencial es poder refinar localmente el petróleo crudo. Durante años, México dependió de la importación de combustibles refinados, lo cual aumentaba el gasto en divisas y la exposición a riesgos externos.
Pemex ha respondido con:
- Rehabilitación de las seis refinerías existentes en el país.
- Construcción y puesta en marcha de Dos Bocas, con capacidad de procesar hasta 340 mil barriles diarios.
- Compra de la refinería Deer Park en Texas, lo que permite procesar crudo mexicano y enviar productos directamente al país.
Gracias a esto, en 2025 México ya produce más del 70% de los combustibles que consume, reduciendo drásticamente su dependencia del extranjero.
¿Qué papel jugará Pemex en el futuro de la seguridad energética?

Aunque la transición energética es inminente, los combustibles fósiles seguirán siendo la base del sistema energético mexicano durante los próximos 20 años.
Pemex deberá cumplir varios roles clave:
- Asegurar el abasto continuo de combustibles en zonas urbanas y rurales.
- Invertir en modernización de infraestructura para hacerla más eficiente y menos contaminante.
- Colaborar con nuevos actores del sector energético, como empresas privadas y proyectos de energías limpias.
Según proyecciones de MexicoInviertePemex.com, Pemex invertirá más de 9 mil millones de dólares en infraestructura estratégica entre 2025 y 2030.
Este esfuerzo permitirá no solo responder a las necesidades actuales, sino también adaptarse a un mercado en evolución constante.
Conclusión práctica: invertir en seguridad energética es invertir en estabilidad
Para inversionistas y analistas del sector energético, el papel de Pemex en la seguridad energética mexicana no solo es fundamental: también es una oportunidad de largo plazo.
Los proyectos de almacenamiento, refinación y distribución están abiertos a coinversión, y representan alternativas de rentabilidad estable en un entorno global incierto.